Mucha gente, niños también corrían, algo que de lejos parecía fácil, pero subir y bajar ese terreno, incluso viéndolo tranquilamente con una botella de agua en la mano, se hacía cansado. Porque esas motos pesan mucho, porque es mucho lo que el cuerpo tiene que aguantar, y no te digo nada si te caes (jo, parece que era yo la que corría)
Me hizo gracia los niños, desde 7 años. Muchos padres apoyaban y si el niño no quería correr, pues nada... pero otros, otros padres... me quedé con ganas de decirla a una madre que cogiera ella la moto y corriera, a ver si era capaz de llegar al seto que teníamos a 2 metro. Pero una es diplomática, y se mordió la lengua.
El caso es que llevaba una cámara sin ninguna pretensión, pero viendo que me ha gustado, la próxima vez voy super-equipada con todo, y no solo de foto, sino con todo (que caloooorrr)