A Ionah:

Querido hijo, buscando entre mis fotos para ver que colocaba en este blog he visto que tengo cientos y cientos de fotos tuyas, y he comprendido que en estos casi siete años, no es que no haya hecho apenas fotos, sino que sólo te he hecho fotos a tí.






















































En estos casi siete años, sólo he querido fotografiar una cosa... a Tí. A tus ojos. Esos ojos que desde el mismo día que nacieron han pasado del azul del mar al verde mar, pasando por el gris perla, esos ojos limpios y claros. Sólo he querido fotografiar esa sonrisa alegre que es tan tuya.
En estos casi siete años has sido el reflejo de mi objetivo... el reflejo de mis propios ojos.
Gracias mi pequeño.

 

A orillas del río Piedra...

A orillas del río Piedra me senté y lloré. Cuenta una leyenda que todo el que cae en las aguas de este río -hojas, los insectos, las plumas de las aves- se transorma en las piedras de su lecho. Paulo Coelho

Cuando realicé estas fotos hace ya algunos años (Huelva 2004) y las procesé luego en el ordenador, enseguida me vinieron estas palabras del libro de Paulo Coelho, no es uno de sus mejores libros, y esto no era un río, es el puerto de Huelva, pero me resultó tan evocador que bien podía ser el río del que habla (un río bastante nostálgico).

Así se llama esta trilogía, "A orillas del río Piedra me senté y lloré".